Mi padre me lo enseñó todo
acerca de cómo no debe ser un hombre.
Mi abuelo me lo enseñó todo
acerca de cómo eran antes los hombres.
De modo que me fui haciendo hombre
sin saber cómo ser.
Sobre el asunto, los libros decían poco.
Lo que dejaban entrever las canciones
tampoco era muy convincente.
El arte decía: las mujeres, mejor desnudas,
mejor mudas, mejor incluso lisiadas.
Pregunté a mujeres que me enseñaban una teoría
y me respondían con una práctica diferente.
Si fuera cierto que errar
es el mejor modo de aprender
habría llegado a algún entendimiento.
Y sigo sin saber coser un botón
ni hacer el dobladillo,
pero del mismo modo que lo hacía mi abuela
(mi abuela desdentada
no por el hambre, sino por la ignorancia)
separo lentejas de piedras,
guiso las lentejas
y con las piedras hago caminos
por los que nunca volver.
Martín López-Vega
in Ábrete, sésamo
Sem comentários:
Enviar um comentário