Árbol en pie
en un bosque quemado.
Tus ramas se abren
en una serena danza
sobre un horizonte
sembrado de ceniza.
Raíces de escarcha
que devoran la tierra sorbiendo
las últimas gotas de vida.
La voz del delirio y
el tiempo
que pasa tan lentamente que
apenas pasa nada.
El fuego te lo arrebató todo pero
en tus ramas
anidan aves multicolores.
Algunas tardes te veo
sosteniendo tu menguada fortaleza de roble y
me pregunto:
de qué
estás
hecha,
madre.
Lourdes Vicente Bertolín
Sem comentários:
Enviar um comentário