El pino
Apagué los motores
y anduve a la deriva
¿cuántos años anduve
a la deriva, el motor apagado, ni
impulso ni gobierno, sin dirección?
Me recuerdo leyendo neones
a la vera de avenidas
desiertas. ¿Cómo pudo
nevarme encima todo este cansancio?
¿Cómo pudo acumularse, quedar ahí toda la vida?
Sacudo la cabeza como un pino. La nieve
no se va.
***
Señora Robinson
escribo,
escribo a máquina:
cada letra es un disparo en la noche.


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